sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Realmente necesitas un Porsche?

En general puedo decir que me gustan los candidatos. Cuando todos reclaman que nueve es mucho, que es una bolsa de gatos, que "qué lata un debate de nueve"...yo sonrío.
Serán mis cuarentitantos ya, la liberal educación recibida ( a Lennon gracias ) por mis padres , la influencia nefasta de mis profesoras izquierdistas, pero me encantan las elecciones y las candidaturas numerosas.
Verán, durante todo el período de la dictadura se nos repetía una y otra vez lo importante que era la opinión del pueblo, que esta se manifestaba de manera natural en las votaciones democráticas ,informadas y con prensa libre.Y bien...lo creí.
Hasta hoy disfruto de escuchar y analizar las propuestas de la variedad de candidatos que existen, porque cada una representa una visión de lo que quieren para el país , es decir que estamos todos, de alguna forma, siendo representados por estos personajes-los candidatos- que en algún momento llegan a decir algo que nosotros habíamos craneado como solución para Chile.
Eso hasta el otro día.
Realmente Parisi me sacó de mi centro pro-candidaturas con su discurso, porque me hizo sentir un pánico atroz . Me tembló el piso, literalmente, precisamente porque dijo algo que muchos hoy asumen como una verdad legítima: que para valer hay que tener.
Más allá de lo anecdótico (porque a quién cresta se le ocurre poner profesor y porsche en la misma oración), es realmente escalofriante la cantidad de seres que viven para tener, para adquirir aquello que los hace ganar un reconocimiento social, pero no por su aporte o por su trabajo, sino que por lo que poseen, lo que lucen.
Cuántas veces pregunto por alguien y me dicen:
-"Esta super bien, tiene un tremenda casa,cambia el auto todos los años y viaja a cada rato. "
Estar bien es tener.
Conozco personas, familias, que tienen mucho pero gozan poco, casi nada. Porque para "tener" trabajan en algo que no les gusta ni les entrega satisfacciones personales, solo plata. Porque para lucir lo que tienen no pueden hacer pausas en su trabajo, presionados como están por gigantescas deudas. Porque por validarse frente a otros no siguen su vocación o ni siquiera la buscan, pensando que la felicidad viene solo desde la cuenta corriente. En mi trabajo de profesora todos los años veo perderse vocaciones porque a los padres solo les importa cuánto dinero le puede dar a sus hijos tal carrera. Si les gusta o no, da lo mismo. El objetivo es otro.
Seguramente muchos me podrán decir que , al final, la platita y los bienes siempre hacen bien.Y votarán felices por Parisi o dirán que antes le dieron el voto a Piñera, porque como ha ganado tanta plata en su vida no va a robar (sin comentarios).
¿Qué pena no? Que un candidato que sueña Chile, crea realmente que un ser humano necesite un auto de lujo para alcanzar la felicidad.