Una mujer notable

Hace poco falleció mi abuela paterna.Desde que nací viví con ella,por decirlo de algún modo he tenido la suerte de contar con mis abuelos en cada día de mi vida hasta este año, cuando partió mi Mamma Rosa el 1º de Febrero.
No les contaré la triste historia de su fallecimiento tras una larga e injusta agonía.Les contaré lo bella que era y que aún es en mi memoria:una mujer tan sencilla y divertida que cada vez que debía hablar en público, aún ante sus propios hijos y nietos, carraspeaba como alumna en frente de una clase.Se dedicaba a ti de un modo imperceptible, como cuando se levantaba más temprano para darte un rico desayuno antes del liceo o cuando hacía esas navidades espectaculares con hartos dulces chilenos y pan de pascua casero.
Era muy trabajadora, incluso en una época en que no era costumbre que la mujer trabajara, como la suya,o en un lugar como el de donde ella venía,Licantén, donde las mujeres se dedicaban a la casa.Siempre trabajó mucho, ayudaba a mi abuelo en todo lo que podía.Le gustaba estar siempre haciendo algo, con algún proyecto andaba en la cabeza cuando estaba inusualmente silenciosa.
Le apasionaba cantar, incluso estando enferma a tal grado que casi no podía comunicarse, si ponías o le cantabas una canción ella te sorprendía tarareándola,especialmente los boleros que recordaba de sus idas al cine para ver a sus astros mexicanos, todos guapos y de terno en la pantalla grande.
Pero por sobre todo,y lo que más extraño de ella a cada hora del día, era su mirada.Cuando ella te miraba lo hacía de un modo tan lindo que en tu corazón sabías que te amaba siempre,sin importar lo que tu hicieras o dejaras de hacer.Había algo divino incluso en su mirada ahora, en el final,algo que te decía que estuvieras tranquila y que nunca olvidaría.
Una de las lecciones más grandes de mi vida la aprendí con la partida de mi mamma.Es tan dolorosa la partida,a pesar de la enfermedad y el sufrimiento, que nada hay que te haga superarlo,aprendes a vivir con esa herida dentro.